viernes, 28 de noviembre de 2008

A mí también me gustan los libros. Counsel to Christians by George Müller.


Desde que leí la biografía de George Müller, me cautivó este hombre. Después vi a película, y me sentí más cautivado aún. Ahora me gusta leer sus obras. Esta es mi última adquisición, recién abierta, comprada en Nápoles (Italia). Es la tercera edición, lo que creo que será de aproximadamente de 1880.
Es un ejemplar en buenísimo estado, sin uso, pero con las hojas amarilleadas, y oliendo a antiguo. ¡Qué gusto leer así, con ese aroma!
Se trata de un libro de 12 capítulos:
1. Consejos a convertidos.
2. Consejos a convertidos (continuación): Lectura de las Escrituras.
3. Consejos a convertidos (continuación): Cómo leer las Escrituras. Oración.
4. Consejos a convertidos (continuación): Amor y relaciones fraternales.
5. Consejos a convertidos (continuación): Oraciones contestadas.
6. Consejos a convertidos (continuación): Consecuencias del pecado.
7. El Dios de Jesurún: La salvación; El Señor como nuestra porción...
8. El Secreto de la oración que prevalece.
9. La esposa de Cristo.
10. El poder del Rey.
11. El conocimiento de Cristo.
12. Transformados en la mente.

Como veis, un libro sin desperdicio. Ciento setenta y cinco páginas que estarán sobre mi mesita hasta que lo haya terminado. En cuanto lo haya acabado, os lo comento.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Esos maravillosos libros (II): La clave de la grafología

El primero de ellos fue publicado cuando aún era canónigo magistral de Tarazona. Lo que pocos saben es que era también experto en Grafología. Estudió esta ciencia porque, según él nos contaba en una ocasión, se aburría con otras tareas que tenía que hacer. Así que lo mejor que pudo hacer era estudiar Grafología a distancia en los Cursos Belpost-Tecnopost de Caracterología, con una duración de dos años, y que le costaría unas 215 pesetas. Muñoz Espinalt, experto grafólogo y profesor suyo, escribe en el prólogo a este libro lo siguiente:
Llegar a dominar la grafología no es tarea fácil. El aprendizaje presenta
obstáculos, siempre y cuando las cosas no se hagan a ojo de buen cubero. No ha demostrado se Francisco Lacueva de los que les guste actuar de esta manera. Al contrario, sabe descifrar hasta los más insignificantes detalles anímicos, tiene un agudo sentido crítico para matizar las revelaciones de cada signo, es un notable erudito y pone al servicio de la investigación grafológica su singular formación filosófica y metafísica… este libro que tienes en tus manos, amigo lector, es un sobresaliente estudio de la Grafología. De ahí que la historia de la Grafología tendrá que ampliar la plantilla de sus figuras y contar, desde ahora, con el Canónigo Lacueva. (p. 8)
Este libro se usó en los ámbitos de la grafología por muchos años, y ha sido libro de referencia para otros autores grafólogos universitarios; y, que sepamos, se hicieron tres ediciones del mismo.