APRENDIENDO A DESCANSAR EN DIOS
A algunos les parecerá normal, a otros una catástrofe. Mi hijo mayor, Josías, cree que a Dios no le quedaban más niños por ahora. El viernes, día de nuestro noveno aniversario de casados, nos dieron la noticia de que el embarazo de Débora, mi esposa, no había prosperado y que había un aborto diferido. Aunque tan sólo estaba de nueve semanas, los cuatro estábamos muy ilusionados con el nacimiento del nuevo miembro de la familia. En cuanto escuchamos la noticia, Débora y yo nos vinimos abajo. Pero resonaban en mi mente tantos versículos de confianza en el Señor, de que todo está bien cuando uno confía en Dios... pero había también una canción que aprendí hace apenas un año. Su coro dice: Oh, alaba, simplemente alaba. ¿Estás sufriendo? Alaba. ¿Estás llorando? Alaba... Eso nos dio fuerzas para afrontar la situación y hemos (estamos) aprendido (aprendiendo) a descansar en Dios. Josías, quizás cuando Dios tenga niños de nuevo, nos envíe otro. Sólo pídeselo.
P.D.: Gracias al Señor, Débora, después del legrado, se encuentra bien y en casa.
1 comentarios:
Un beso para toda la familia y que el Señor os consuele como sólo Él sabe hacerlo.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio